Incrédulo , el hombre que acaba de penetrar a una mujer se contempla desde fuera: " Oh , Dios mio , ese soy yo, y estoy ......¡ dentro de ella! ¡¡¡Siiiii!!! No puedo creerlo , tío lo he conseguido ¡y a ella le gusta!".
El placer de la penetración es eclipsado por la sensación de triunfo: "¡ Soy un jabato! ¡Un fiera! ¡Menganito va a flipar cuando se lo cuente! ". Tras un rato de glorioso mete-saca , la eyaculación se aproxima : " ¡ Oooh qué gusto , no aguanto más , pero no puedo dejarla a medias , argh, ¡ aguanta Pepe ! ".
Luchando contra su propio orgasmo , ya no piensa en ese pedazo de morena 90-60-90 que se está trajinando , sino en la portera de su casa que roza los 70 años y se llama Blasa. Y su placer es eclipsado por la imágen de esa señora con silueta de mesa camilla.
Yo no leo al ir al baño!! jasjaja. Que penaaaaaaaaa, y ella mientras pensando: "nooooooo, me va a dejar a medias, es que los hombres solo piensan en meterla y en sacarla rápidamente y en lugar de disfrutar de los millones de puntos placenteros del cuerpo está pensando en la Blasa, cuando llegue a casa cogeré mi vibrador!!!
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